¿Una pandemia dentro de la pandemia? Los niveles de actividad física disminuyeron sustancialmente en los países afectados por COVID-19, según recoge una investigación científica publicada en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health que ha contado con la participación de la profesora Marcela González-Gross, catedrática de la Universidad Politécnica de Madrid, responsable del grupo de investigación ImFINE e investigadora en el estudio.

En marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la propagación del SARS-CoV2 como una pandemia global, afectando a 192 países. Esto conllevó a muchos gobiernos a decretar el confinamiento domiciliario de la población, estrategia que, a pesar de ser fundamental para reducir la propagación del virus, pudo haber generado consecuencias negativas para la salud, como el estrés postraumático o la depresión.

El objetivo del estudio fue evaluar los efectos de las restricciones a causa de la pandemia sobre los niveles de actividad física durante los confinamientos en 14 países: Alemania, Australia, Austria, Argentina, Brasil, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Países Bajos, Singapur, Sudáfrica, Suiza. Conocer esta información es importante, puesto que se ha demostrado que la actividad física juega un papel protector en la salud, mejorando la función inmunológica y ayudando a prevenir enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, el síndrome metabólico o el cáncer. Por el contrario, la inactividad tiene consecuencias a corto y largo plazo, como el deterioro del bienestar físico y mental, una mayor susceptibilidad a infecciones virales y un mayor riesgo de contraer enfermedades no transmisibles.

Los niveles de actividad física moderada y vigorosa disminuyeron un 41% y 42%, respectivamente, durante las restricciones por COVID-19

Los niveles de actividad física moderada y vigorosa disminuyeron un 41% y 42%, respectivamente, durante las restricciones por COVID-19 en comparación con antes de la pandemia. Esta es la principal conclusión que arroja el estudio, lo que supone un 20% menos del cumplimiento con las directrices de la OMS sobre actividad física. Además, un 76% reconoció haber disminuido su actividad física durante las restricciones y un 18% afirmó haberla incrementado. En particular, los que sufrieron mayores reducciones de actividad física fueron los más jóvenes y los más mayores, así como aquellos que eran más activos antes de la pandemia. 

Argentina, Brasil, Chile y Sudáfrica fueron los países más afectados por este descenso.

En cuanto a los niveles de actividad física previos a la pandemia, el 81% cumplía con las recomendaciones, mientras que los datos post-pandemia se sitúan en tan solo un 63%.

Por lo tanto, la actividad física disminuyó sustancialmente después de las restricciones relacionadas con el COVID-19. En vista de las consecuencias a corto y largo plazo de la inactividad física, los autores de este estudio alentaban a mantener la actividad física durante el confinamiento y sugieren que una gran parte de la población puede estar sufriendo silenciosamente un impacto menos visible de la pandemia en salud pública.

La actividad física juega un papel protector en la salud, mejorando la función inmunológica y ayudando a prevenir enfermedades crónicas no transmisibles

Tal y como explica la profesora González-Gross en la propia web de ImFINE, se deberían desarrollar estrategias de salud pública “para mitigar esta disminución de la actividad física, que incluyan a los profesionales de las ciencias del deporte, con el propósito de preservar la salud durante y después de la pandemia”.

 

Referencia:

Wilke, J.; Mohr, L.; Tenforde, A.S.; Edouard, P.; Fossati, C.; González-Gross, M.; Sánchez Ramírez, C.; Laiño, F.; Tan, B.; Pillay, J.D.; et al. A Pandemic within the Pandemic? Physical Activity Levels Substantially Decreased in Countries Affected by COVID-19. Int. J. Environ. Res. Public Health 2021, 18, 2235. https://doi.org/10.3390/ijerph18052235

El artículo está disponible en el siguiente enlace y en la web del Grupo de Investigación en Nutrición, Ejercicio y Estilo de Vida Saludable – ImFINE.