Por Javier Granda Revilla.

¿Cómo afrontar el creciente reto de la obesidad infantil? En Kómoda News entrevistamos al doctor Joao Breda, responsable de la División de Enfermedades No Transmisibles y Estilo de Vida de la OMS en Europa. El doctor brinda apoyo a los 53 estados miembros de la Región Europea de la OMS en la implementación de la Carta Europea para contrarrestar la obesidad. Su equipo es responsable del mecanismo de vigilancia más grande y completo del mundo para la obesidad infantil.

La obesidad infantil es un problema especialmente preocupante en el sur de Europa. La cuarta ronda del estudio de Vigilancia Europea de la Obesidad Infantil de la OMS (COSI en sus siglas en inglés) reveló que las proporciones más altas de niños con sobrepeso/obesidad se observaron en países mediterráneos como Chipre, Italia, Grecia y España.

“La razón, tras esta diferencia de tasas en Europa, aún no está clara. Se ha sugerido que la menor “altura-según-la-edad” en los países del sur de Europa pueden ser una de las razones. Otros factores en la vida cotidiana, como las diferencias en los hábitos de sueño, el tiempo ante pantallas, la actividad física y la dieta pueden también influir en las tasas de obesidad infantil”, explica el doctor Joao Breda.

En su opinión, el factor más importante es el rechazo a la dieta mediterránea tradicional y la irrupción de la dieta occidentalizada, alta en calorías, azúcares y grasas saturadas y también en sal.

Breda no duda en insistir que la epidemia mundial de la obesidad “es una de las principales prioridades de salud pública en Europa y en todo el mundo y debe abordarse con urgencia”. Según su criterio, debe implementarse un enfoque multidisciplinar “ya que la obesidad infantil es un problema multifactorial que necesita ser abordado”.

¿Qué papel juega la educación en casa?

El doctor Breda subraya que muchos estudios “han sugerido la influencia positiva de la educación de los padres y más específicamente la figura del padre, en la reducción del riesgo de obesidad infantil en países económicamente desarrollados. Un mayor conocimiento y la modificación de los hábitos saludables de toda la familia parecen influir en los hábitos alimentarios y de actividad de los niños. Pero es necesario realizar más estudios para explorar más a fondo esta posible relación”.

El modelo de comportamiento dietético es básico. En la actualidad existe un mayor número de propuestas y acciones posibles, que de forma aislada puede ser que no den el resultado esperado, pero sí de forma conjunta, de tal manera que el global de un plan de acción coordinado puede dar resultados.

Además, las soluciones que se puedan plantear para combatir la obesidad infantil deben personalizarse a cada región. Para Breda, la opción que puede ser más exitosa es la personalización de las estrategias “según las diferentes normas y tradiciones en los diferentes países y culturas”.

Papel de la pobreza

Uno de los elementos clave es la pobreza “que parece ser un factor predisponente de la obesidad infantil, posiblemente debido a las penurias económicas. Y, en consecuencia, a la dificultad de mantener una vida saludable y dieta equilibrada. La comida rápida, que es barata, parece una solución fácil para poblaciones económicamente desfavorecidas. Cabe destacar que el número de establecimientos de comida rápida es mayor en los barrios más pobres. Es más, el conocimiento y la motivación sobre la importancia de un estilo de vida saludable parece ser menos frecuente entre las poblaciones económicamente desfavorecidas”.

Beneficios de la prevención

Los beneficios de la prevención de la obesidad infantil son numerosos. Como enumera, en primer lugar, “conduce a un menor riesgo de desarrollar obesidad en la edad adulta, lo que a su vez reduce el riesgo de enfermedades no transmisibles en el futuro. Y, si la obesidad se trata de una manera adecuada, podrían reducirse de manera significativa las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, los trastornos musculoesqueléticos, el cáncer, la apnea del sueño y los problemas de salud mental”.


El doctor Joao Breda trabaja en la División de Enfermedades No Transmisibles y Ciclo de Vida de la OMS/Europa. Antes de unirse a la OMS, fue el responsable portugués para la OMS/Europa para nutrición y actividad física y participó en el Grupo de Alto Nivel sobre Nutrición y Actividad Física y la Plataforma Europea sobre Dieta, Nutrición y Actividad Física de la Unión Europea (UE).

El Dr. Breda fue el primer coordinador de la plataforma nacional contra la obesidad del Ministerio de Salud de Portugal. Trabajó como nutricionista de salud pública en la dirección general de salud en el Ministerio. Fue jefe del Departamento de Nutrición de la Universidad Atlántica de Lisboa y profesor e investigador de la Escola Superior Agrária de Coimbra (ESAC), la Universidad del Algarve y la Escuela de Hostelería y Artes Culinarias de Coimbra. Ha publicado en revistas científicas, ha presentado presentaciones en congresos nacionales e internacionales, ha escrito varias decenas de artículos y ha publicado 17 libros originales.

Javier Granda Revilla es periodista freelance especializado en salud con más de 20 años de experiencia. Colabora con El Mundo, Diario Médico, Forbes, Telemadrid y La Razón, entre otros medios. Es vocal de la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS), institución que agrupa a más de 600 comunicadores de salud, que le concedieron el Primer Premio a la Mejor Labor de Comunicación. Fue, entre 2009 y 2021, profesor de Comunicación Científica en el Máster ESAME de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona. En 2021 fue premiado por la Sociedad Española de Hematología y Hemostasia por un reportaje publicado en Diario Médico.