Las Bases de Datos de Composición de Alimentos (BDCA) constituyen una herramienta integral en los estudios nutricionales. Estas bases de datos son críticas para diferentes objetivos: en estudios epidemiológicos de relación salud-dieta, evaluando el consumo poblacional de alimentos y la ingesta de nutrientes, en la evaluación, elaboración y diseño de dietas, en la educación nutricional, en el etiquetado nutricional de los alimentos y en la regulación alimentaria por parte de la administración y la protección de los derechos del consumidor. Los datos incluidos en ellas deben de tener un fácil acceso y una calidad contrastada para que todas las decisiones relacionadas con la composición en nutrientes y componentes bioactivos de los alimentos puedan tomarse con una base científica sólida que las avale, así como una actualización constante.

Una de las tareas pendientes en relación con el uso de la composición nutricional de los alimentos, aparte de trasladar las Tablas de composición de alimentos en formato papel a BDCA en formato electrónico, fue harmonizar la gran heterogeneidad que existía entre estas BDCA entre distintos países e incluso dentro de un mismo país. Esta heterogeneidad afectaba a distintos aspectos como la descripción de alimentos para identificarlos adecuadamente, la identificación de los distintos componentes, las unidades de expresión, el método usado para llegar a los valores recogidos, los parámetros de calidad de cada uno de los datos, entre otras características. Esta harmonización permitiría la comparación de los estudios realizados por distintos autores y en distintos países, especialmente entre distintos países europeos.

Los datos que se incluyen en estas BDCA pueden ser obtenidos de diferentes fuentes como empresas privadas, universidades, laboratorios gubernamentales y de la industria alimentaria. También pueden provenir del etiquetado nutricional o tomarse prestados de otras BDCA o de la literatura científica.

Con este panorama en 2005 y dentro de VI y VII Programa Marco de la UE se aprobó la creación de una red de excelencia europea, EuroFIR (European Food Information Resource) y el proyecto EuroFIR Nexus con los objetivos de harmonizar todas las BDCA de los distintos países de Europa y llegar a BDCA con una estructura similar que permitiera su uso en cualquier estudio realizado en Europa y que se pudieran intercambiar entre ellas fácilmente con un mismo lenguaje. Además, se estableció un sistema de evaluación de la calidad de los datos incluidos mediante un sistema estandarizado de compilación de datos. Estas acciones europeas condujeron a la creación de EuroFIR AISBL (https://www.eurofir.org/) una asociación sin ánimo de lucro dentro del marco legal belga que continua con la tarea de mantener, actualizar y desarrollar esta idea inicial en relación con las BDCA.

En este marco europeo, la situación en España en 2005 era la existencia de distintas Tablas de Composición de Alimentos (TCA) desarrolladas independientemente sin ninguno de los estándares antes citados y que eran utilizadas en distintos estudios de evaluación nutricional den distintas poblaciones. La AESAN propició una reunión de todos los grupos que habían desarrollado estas TCA y fruto de esto dos grupos de investigación de Barcelona (UB) y de la Universidad de Granada se integraron en la Red y Proyecto EuroFIR con el objetivo de desarrollar para nuestro país una BDCA que incluyera los estándares resultantes de este esfuerzo europeo. Al final de este proyecto en el que intervino EASEN y el Ministerio de Educación y Ciencia, nació BEDCA (Base Española de Datos de Composición de Alimentos; www.bedca.net).

En la actualidad BEDCA incluye 950 alimentos clasificados de acuerdo con el sistema internacional LanguaL y el europeo FoodEx2. Cada alimento incluye 48 componentes. Todos los datos están documentados con las fuentes del origen de los datos y los métodos asociados (309 métodos) que se recogen en 57 referencias bibliográficas. Todos los datos se corresponden con los tesauros de EuroFIR y el proceso de compilación de dichos datos se ha hecho de acuerdo con lo recogido por esta misma asociación. Actualmente, se esta desarrollando los algoritmos necesarios para el cálculo de nutrientes en las recetas teniendo en cuenta los factores de rendimiento en peso de los tratamientos tecnológicos y culinarios y los factores de retención de nutrientes.

Actualmente, el grupo español de BEDCA está revisando la estructura y los datos de composición de alimentos para adecuarlos a los estándares que se van desarrollando en este contrato que se extenderá hasta el 2025. Las tareas que se incluyen en este contrato incluyen las relativas a la evaluación de los datos contenidos en las distintas BDCA de los diferentes países, la inclusión de datos sobre alimentos fortificados y suplementos alimenticios, todos ellos dentro de la clasificación FoodEx2 y el establecimiento de estándares para la inclusión de recetas dentro de las BDCA que incluyan los rendimientos en peso y la retención de nutrientes en el proceso de elaboración.

En la actualidad BEDCA incluye 950 alimentos clasificados de acuerdo con el sistema internacional LanguaL y el europeo FoodEx2. Cada alimento incluye 48 componentes

Recientemente, la EFSA dentro de su iniciativa de comenzar a construir una amplia Base de Datos de Consumo de alimentos en Europa dentro EU Menu lanzó en 2022 un contrato  para la construcción de una BDCA abierta para Europa (Creation of Open Access EU Food Composition Database (EU FCDB)) que permitiera transformar este consumo de alimentos de la población europea en una base de datos de ingesta nutricional de alimentos, aparte de proporcionar a los consumidores europeos de una herramienta de calidad para la consulta de la composición nutricional de los alimentos que estaban en el mercado. Este contrato fue adjudicado como socio líder a EuroFIR AISBL junto con otro socio CAPNUTRA, y un conjunto de instituciones expertas y que contaban con datos de composición de alimentos de distintos países europeos (Portugal, Republica Checa, Suiza, Holanda, Finlandia, Francia, Grecia, Italia, Dinamarca, Suecia, Austria, Eslovaquia, Reino Unido) y que se incluyen como subcontratados. Dentro de estos expertos entro España a través de la Universidad de Granada donde, a través de investigadores de esta Universidad y de la Universidades de Córdoba y Murcia se mantiene BEDCA.

Este contrato de EFSA tiene como objetivos generales en una primera fase el desarrollo y mantenimiento de una BDCA europea abierta con unos estándares de calidad y capacidad de disponibilidad de estos datos entre las distintas BDCA europeas en ambos sentidos. En una segunda fase se desarrollaría una Base de datos que incluya la huella ambiental de los alimentos (Environmental Footprint of Food Database (EFF Database)).

Este artículo pertenece a una serie de Kómoda News en la que se abordarán distintas Tablas de Composición de alimentos y bebidas existentes en España

El Profesor Dr. Emilio Martínez de Victoria Muñoz es Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de Granada (UGR), es Catedrático de Fisiología y Profesor Emérito de la Universidad de Granada. Experto en Fisiología de la Nutrición, Nutrición comunitaria, Nutrición y salud, seguridad alimentaria y Bases de Datos de Composición de Alimentos. Coordina la Base de datos de composición de alimentos BEDCA (www.bedca.net). Presidente del Comité Organizador de la 10th International Food Data Conference, de la Red INFOODS de la FAO, Granada 2013. Es Académico Fundador y de Número de la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación. Miembro del Comité Científico de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT).  Pertenece al Patronato de la FEN. Ha sido director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos “José Mataix” de la Universidad de Granada (2004-2013), presidente del Comité Científico de la AESAN y presidente de la Sociedad Española de Ciencias Fisiológicas. Vicepresidente y secretario de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. Asesor de distintas empresas de alimentación. Miembro de la Academia Andaluza de Gastronomía y Turismo y Premio “Gregorio Marañón” de la Real Academia de Gastronomía al mejor Investigador en Alimentación y salud 2015.

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