Luchar contra el desperdicio alimentario, sostenibilidad, pandemia de obesidad, necesidad de una alimentación cada vez más saludable, reducir las desigualdades en salud… Revisamos las diferentes líneas de trabajo de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) con su directora ejecutiva, Isabel Peña-Rey.

La cifra es alarmante: en la Unión Europea (UE), cada año se pierden o desperdician alrededor de 87,6 millones de toneladas de alimentos. Para Peña-Rey, es un reto “mundial. La pérdida o el desperdicio se producen en todas las etapas de la cadena alimentaria, desde la producción primaria hasta el consumo”

Limitar ambos contribuye a luchar contra el hambre, a cumplir con la demanda global de alimentos y a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, entre otros aspectos. Por este motivo, como recalca, la UE y sus Estados miembros se han comprometido, a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, a reducir esta cifra a la mitad de aquí a 2030.

“A nivel nacional, trabajamos desde diferentes ministerios, coordinados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, para limitar el desperdicio de alimentos. Entre otras iniciativas, se recopilan datos para cuantificar el desperdicio en los hogares y en el consumo fuera de los mismos, se desarrollan campañas de concienciación y paneles de estudio del desperdicio alimentario en la industria o en cadenas de distribución de alimentos, entre otras. Desde la propia Agencia, hemos elaborado materiales divulgativos que pueden ayudar a la persona consumidora a disminuir el desperdicio alimentario”, recuerda.

Las dietas más saludables son más sostenibles

La sostenibilidad es otro de los aspectos que, en paralelo con la lucha contra el desperdicio alimentario, más peso ha ganado en los últimos años. Como señala Peña-Rey, “se ha añadido a la ecuación de alimentos seguros y saludables el eje de la sostenibilidad, al ser un elemento clave en las políticas europeas e internacionales. Hemos presentado, en el mes de septiembre, las recomendaciones dietéticas sostenibles y de actividad física de nuestro comité científico, en las que se pone de manifiesto que las dietas más saludables, equilibradas nutricionalmente, son además las más sostenibles. Por lo que se adquiere un doble beneficio cuando se adoptan patrones de consumo respetuosos con el medioambiente”.

Además, recalca que consumir productos de temporada y de proximidad “da un valor añadido a esos productos, que además son más respetuosos con el medioambiente porque reducen notablemente el gasto de combustibles fósiles en su transporte y, por lo tanto, su huella de carbono”.

AESAN es responsable de la estrategia NAOS (Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad), que está a punto de cumplir dos décadas. Para Peña-Rey, “sería muy difícil saber qué hubiera pasado en España con la obesidad y su contexto si no se hubiese impulsado esta estrategia”. Los motivos que indica son su enfoque poblacional, multifactorial y multisectorial y el respaldo de todas sus actuaciones en el más alto grado de evidencia científica.

“A nivel nacional, trabajamos desde diferentes ministerios, coordinados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, para limitar el desperdicio de alimentos.”

Desde su punto de vista, la estrategia “sigue siendo necesaria” y se han observado “ciertos signos de mejora” que, sin embargo, “no resultan suficientes”. “Por ejemplo, de acuerdo con los datos del estudio ALADINO, hay una reducción en la prevalencia de exceso de peso y obesidad en la población infantil en España respecto a los datos de 2011, pero con una tendencia a la estabilidad desde 2015, por lo que no hay complacencia posible”. Las cifras más recientes -de 2019- muestran que la obesidad infantil entre los 6-9 años es del 19,4 % niños y el 15 % niñas.

Por estos motivos, considera necesario seguir trabajando e impulsando nuevas políticas e iniciativas “que puedan dar respuesta a los retos a los que nos enfrentamos, priorizando los grupos de población más desfavorecidos para evitar las desigualdades en salud. El desafío fundamental es revertir las cifras de sobrepeso y obesidad -sobre todo de la obesidad infantil en España- y cambiar las pautas de consumo y actividad física por otras más saludables”.

Una tendencia que puede ayudar es que los alimentos son cada vez más saludables. Como señala, “el cómo nos alimentamos y de dónde proceden estos alimentos cada día tiene más repercusión en nuestras vidas y así lo reconoce la ciudadanía. Para poder ayudar a las personas consumidoras a seguir una dieta que sea no sólo buena para su salud, sino también para la del planeta, seguimos trabajando desde la AESAN. Así, recientemente, el Comité Científico de la AESAN ha realizado el informe de recomendaciones dietéticas que antes mencionaba, con frecuencias de consumo, en el que se proponen distintas raciones para cada categoría de alimentos teniendo en cuenta, por primera vez, aspectos relacionados con el impacto ambiental de su producción y consumo. Además de la difusión de estas recomendaciones hemos publicado una campaña sobre alimentación saludable y otra sobre cómo leer el etiquetado, en concreto la información nutricional, para la ciudadanía”.

Seguridad alimentaria y ‘One Health’

La seguridad alimentaria es otro aspecto con un gran impulso en las últimas décadas. Peña-Rey subraya que la Unión Europea y España han seguido avanzando en las políticas en este campo, “con la ciencia como base sobre la que cimentar su gestión, con el objetivo de proteger a las personas consumidoras, al tiempo que se garantiza el buen funcionamiento del mercado interior​​. La legislación de la UE abarca toda la cadena alimentaria —«de la granja a la mesa»— de forma integrada y aplicando el concepto ‘One Health’ («una sola salud»), en el que la salud humana y la sanidad animal están interrelacionadas entre sí y con los ecosistemas en los que habitan.

De este modo, como prosigue, el concepto de seguridad alimentaria “se amplía y pasa de garantizar la inocuidad de los alimentos a garantizar a toda la población el acceso a dietas seguras, con una calidad nutricional adecuada y sostenibles con el medio ambiente. De hecho, la transición ecológica es uno de los desafíos más importantes a los que nos enfrentamos. Es una de las grandes prioridades de la Comisión Europea. El objetivo de la estrategia «de la granja a la mesa» es hacer que los sistemas alimentarios sean justos, saludables y respetuosos con el medio ambiente”.

Otra línea de trabajo destacable de AESAN es la lucha contra las desigualdades en salud. Así, organismos e instituciones a nivel mundial, europeo y nacional, están impulsando cambios para crear un entorno adecuado y propicio a través de diferentes mecanismos que favorezcan y faciliten el consumo de una variedad de alimentos que contribuyen a dietas saludables y sostenibles, y en especial para los más vulnerables.  

“Seguimos trabajando para impulsar cambios en el comportamiento de la ciudadanía hacia estilos de vida más saludables, en todos los ámbitos, y su empoderamiento para una alimentación y nutrición efectivas y la adquisición de otros hábitos saludables que les ayuden a prevenir las enfermedades no transmisibles y tener mejor calidad de vida”, resume.

En este sentido, Peña-Rey detalla que España ha incluido como eje fundamental dentro de sus políticas de salud pública la promoción de hábitos saludables nutricionales junto a la práctica de la actividad física, para, de esta forma, hacer frente a las elevadas cifras de sobrepeso y obesidad, ligadas además a las desigualdades sociales, abordando este problema de una forma integral, multisectorial y aunando los esfuerzos de todos los sectores implicados.

Comida sana y saludable en los colegios

“Estamos tramitando el proyecto de Real Decreto para el fomento de una alimentación saludable y sostenible en centros educativos. Tiene como objetivo establecer criterios mínimos de calidad nutricional y de sostenibilidad que orienten la contratación, adquisición y oferta de alimentos y bebidas en comedores escolares”, anuncia.

Además, hay en marcha un proyecto de Real Decreto sobre regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigidas al público infantil, que considera a esta franja de edad como vulnerable ante las emisiones de comunicaciones comerciales de estos productos y propone prohibir aquellas que no se ajusten a perfiles nutricionales establecidos por la Organización Mundial de la Salud, así como el establecimiento de acuerdos de co-regulación.

Por último, Peña-Rey señala que se trabaja impulsando la reformulación de alimentos envasados y la oferta alimentaria en la restauración fuera del hogar “y colaboramos activamente con otros órganos de la Administración en el desarrollo de estrategias que incidan en una mejora de la salud de la población”.

La Doctora Isabel Peña-Rey Lorenzo es la directora de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, dependiente del Ministerio de Consumo. Su anterior cargo fue el de consejera técnica de la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad. Es doctora en Medicina y Cirugía, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, máster en Salud Pública y diploma en Salud Pública y Género. Es también funcionaria del Cuerpo de Médicos Titulares.

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Javier Granda Revilla es periodista freelance especializado en salud con más de 20 años de experiencia. Colabora con El Mundo, Diario Médico, La Razón, Muy Interesante y Forbes, entre otros medios. Es vocal de la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS), institución que agrupa a más de 600 comunicadores de salud, que le concedieron el Primer Premio a la Mejor Labor de Comunicación. En 2021 fue premiado por la Sociedad Española de Hematología y Hemostasia por un reportaje publicado en Diario Médico.