Sin duda el elemento más fundamental para la vida de nuestro planeta y que afecta directamente al desarrollo económico y social del ser humano es el agua. Sin embargo, es un recurso natural cada vez más escaso, especialmente en relación con el crecimiento exponencial de la población mundial.
La Organización para las Naciones Unidas (ONU) marca el acceso a agua limpia y saneada como uno de los objetivos, en concreto el 6º, de la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible. Para conseguirlo, en los próximos años deberemos hacer frente como sociedad a retos tan importantes como mejorar la eficiencia de los mecanismos de extracción de agua y del uso de los recursos hídricos y gestionar los efectos del cambio climático.
“La OMS ha alertado de que más de 2.000 millones de personas viven ya en países con escasez de agua”
Déficit hídrico global
En el último siglo la Tierra ha perdido el 70 % de su agua dulce. En el mismo periodo, el consumo se ha multiplicado por seis.
En cifras globales se estima que el uso del agua en el mundo se reparte mayoritariamente entre la agricultura (70 %) y la industria (20 %). El otro 10 % corresponde al abastecimiento humano. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se necesitan entre 50 y 100 litros de agua por persona al día para cubrir nuestras necesidades básicas.
A nivel mundial existen muchas desigualdades en la distribución de los recursos hídricos – la mitad de las reservas naturales se concentran en solo 10 países- y de su uso y consumo. La OMS ha alertado de que más de 2.000 millones de personas viven ya en países con escasez de agua y que en los próximos años la situación de déficit hídrico a nivel global empeorará como resultado del cambio climático, el crecimiento de la población, el desarrollo económico. La Organización de la Naciones Unidas advierte: en 2030, 129 países vivirán con un alto estrés hídrico, una situación extrema que de no corregirse derivará en ‘guerras del agua’.
España en riesgo de desertificación
Datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente sitúan a España como el país más árido de Europa y una región en donde la sequía y la desertificación son ya una de sus mayores amenazas medioambientales.
La escasez de precipitaciones está provocando que la capacidad de nuestras reservas hídricas se sitúe en cifras que alcanzan récords históricos desde 1971. En 2022, el tercer año hidrológico más seco desde que se tienen registros fiables (1961), los embalses españoles se encontraban al 42,2 % de su capacidad, 10 puntos menos que en 2021. El pasado mes de junio, los embalses almacenaban 26.470 hectómetros cúbicos (hm³) de agua y se encontraban al 47,2% de su capacidad total, según publica el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que también indica que “a pesar de las lluvias registradas, al finalizar el mes de junio España continuaba en una situación de sequía meteorológica de larga duración”. Fue el segundo mes de junio más lluvioso del siglo XXI.
Al cambio climático hay que sumar otros factores de riesgo de sequía y desertificación, como el incremento en la superficie dedicada al regadío -un 11% desde 2005- o la sobreexplotación de los acuíferos.
Gestión inteligente
La aplicación de la Inteligencia Artificial, el Big Data, el Internet de las Cosas o el 5G es ya una realidad enfocada a conseguir un uso más inteligente, eficiente y sostenible, en el fondo mucho más racional de los recursos hídricos a través de la reutilización, digitalización, automatización y utilización de datos y modelos predictivos. España es actualmente líder europeo en volumen de agua reutilizada y el quinto en el mundo, con una cantidad actual de 400 hm3/año, de los que un 50 % se destina a la agricultura.
“El pasado mes de junio fue el segundo más lluvioso del siglo XXI. Con todo, España sigue en situación de sequía meteorológica de larga duración”
Además del ahorro y la reducción del desaprovechamiento gracias a la aplicación de nuevas tecnologías, entre las estrategias para salvaguardar el agua del planeta también destaca la búsqueda de nuevas fuentes hídricas, como la desalinización del agua marina. El 9 % del agua potable de nuestro país proviene ya de desaladoras.
Referencias:
- Biblioteca de la UNESCO
- Embalses.net
- The World Factbook (CIA)
- FAO AGUASTAT
- Fundación AQUAE
- Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
- Organización de Naciones Unidas (ONU)
- Organización Meteorológica Mundial (OMM)
- Organización Mundial de la Salud (OMS)
- Programa de la ONU para el Medio Ambiente
- https://www.un.org/sustainabledevelopment/water-and-sanitation/
El Estado de los Recursos de Tierras y Aguas del Mundo para la Alimentación y la Agricultura
https://www.un.org/es/global-issues/water
https://sdg6data.org/index.php/en
El 3er Informe sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo
https://www.nature.com/articles/s41558-020-00972-w
https://msutoday.msu.edu/news/2021/number-of-people-suffering-extreme-droughts-will-double