¿Cómo reacciona nuestro cuerpo ante el calor? La respuesta es que se adapta para mantener la temperatura corporal. Por este motivo, sudamos más. A nuestro cuerpo le cuesta mantener la temperatura sobre todo en la primera ola de calor de cada verano, porque aún no está acostumbrado. También si la ola de calor se prolonga varios días o si los días y noches son calientes. O cuando hay mucha humedad y no hay viento. Con España en su cuarta ola de calor del verano, recordamos algunas de las recomendaciones del Ministerio de Sanidad.
Hidratación
Para combatir los efectos del calor es importante ingerir mucha agua o líquido, tanto proveniente de agua y de bebidas como de alimentos con alto contenido en agua, sin esperar a tener sed (excepto si hay contraindicación médica). La primera opción para hidratarse es el agua, que debe consumirse abundantemente, aunque también se pueden incluir otras bebidas sin azúcar. Es conveniente evitar las bebidas muy azucaradas o ricas en cafeína, así como las bebidas calientes. Otra de las recomendaciones que hace el Ministerio de Sanidad durante las olas de calor es evitar el alcohol ya que puede favorecer la deshidratación.
Además, debido a que el calor provoca la pérdida de sales minerales a través del sudor, es recomendable también tener un aporte de las mismas, y si se hace deporte se debe consumir una fuente de hidratos de carbono de absorción rápida, aunque hay que controlar el aporte calórico. En cualquier caso, es importante realizar la práctica deportiva fuera de las horas de máximas temperaturas y tener mucha precaución en zonas con alta humedad relativa porque la sensación de calor aumenta y hay mayor pérdida de líquidos a través del sudor.
Lugares frescos
En los días de mucho calor, debemos estar en lugares frescos en sombra. Si es posible, pasar al menos un par de horas en un lugar climatizado. Ayuda también darse una ducha o tomar un baño.
Las persianas son muy útiles, ya que evitan que el sol entre directamente en casa. Debemos tener cuidado de no abrir las ventanas si la temperatura exterior es más alta que en casa, por lo que lo mejor es hacerlo por la noche. Tampoco debemos usar, en las horas de más calor, máquinas, bombillas o aparatos que se calienten.
Comidas ligeras
Las comidas pueden ser grandes aliadas para ayudarnos a recuperar también las sales minerales que perdemos al sudar. Por eso, debemos priorizar el consumo de ensaladas, frutas, verduras, sopas frías -como el gazpacho-, y zumos, en este caso controlando la ingesta de azúcares.
Como se ha indicado anteriormente, debemos evitar realizar, en las horas más calurosas, actividades en el exterior, especialmente ejercicio intenso. En las horas de máximo calor hay que evitar la práctica de actividad física o deportiva, sobre todo en zonas con alta humedad relativa. Si debemos estar fuera durante un rato prolongado, es recomendable buscar la sombra, usar ropa ligera y de colores claros, llevar gorra o sombrero y un zapato cómodo y que transpire.
Cuidado especial de niños y personas mayores
La hidratación en niños y personas mayores es especialmente importante: no suelen tener la percepción de que necesitan beber o no saben o pueden pedir bebida, por lo que deben ser hidratados con frecuencia y jamás deben dejarse solos en coches al sol. Debe extremarse el cuidado en niños pequeños, personas mayores que viven solos o son dependientes, personas enfermas, con las facultades mentales alteradas y personas con obesidad. También mujeres embarazadas y en periodo de lactancia deben ser más sensibles a la hidratación y a las fuentes de aporte de agua, tanto de alimentos como de bebidas, controlando el aporte calórico.
Las personas medicadas deben seguir con sus tratamientos y consultar con su médico sobre las medidas adicionales a tomar. Debe tenerse un especial cuidado en este grupo ya que, como señala la OMS, la mayoría de las muertes en las olas de calor se debe al agravamiento de enfermedades infecciosas o crónicas, como las cardiopulmonares, renales, endocrinas y mentales.
Existen dos tipos de golpe de calor: pasivo y activo. En el primer caso, el golpe de calor se produce por someterse a altas temperaturas y/o humedad relativa durante periodos más o menos largos y puede afectar a toda la población, especialmente a personas mayores.
En el segundo caso se produce por la práctica de actividad física, ejercicio físico o deporte a altas temperaturas y/o humedad relativa. Puede afectar también a cualquier persona, aunque es mucho más frecuente en jóvenes sanos, con una aparición mucho más brusca y suele venir acompañado de deshidratación, pérdida de sales minerales e hipovolemia.
Deshidratación y pérdida de sales minerales
Debido a la deshidratación y pérdida de sales minerales, el calor puede causar calambres, agotamiento o un golpe de calor. ¿Qué hacer en cada caso?
- Los calambres aparecen, sobre todo, al sudar mucho durante el ejercicio intenso. Si los sufrimos, debemos parar durante unas horas y descansar al fresco bebiendo zumos ligeros y bebidas de reposición que tienen una composición adecuada para esta situación. Si los calambres duran más de una hora, deberemos acudir al médico, ya que se puede generar una hiponatremia.
- El agotamiento por calor aparece tras varios días calurosos: al sudar en exceso, perdemos sales minerales y sentimos debilidad, fatiga, mareos, náuseas e, incluso, podemos desmayarnos. Las recomendaciones son las mismas que para los calambres: parar, descansar, rehidratarnos y reponer sales minerales y acudir al médico si se prolonga.
- El golpe de calor es un problema grave que aparece cuando el cuerpo no puede controlar su temperatura, que aumenta y puede llegar a los 40 grados centígrados. Los principales síntomas son sequedad, enrojecimiento de la piel, aumento del pulso, intenso dolor de cabeza, confusión y pérdida de conciencia. Debe llamarse inmediatamente a Urgencias. Mientras se espera la ayuda, debemos estar en una habitación oscura y enfriar el cuerpo con paños de agua fría, una ducha o un baño.
Tal y como indica el Ministerio de Sanidad, se recomienda consultar al profesional sanitario ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas.

Fuentes
Pacientes SEMERGEN: ¿Cómo sobrevivir al calor del verano? Pacientes SEMERGEN nos da las claves
https://www.semergen.es/?seccion=noticias&subSeccion=detalleNoticia&idN=436
Ministerio de Sanidad
https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/calor.htm
Javier Granda Revilla es periodista freelance especializado en salud con 25 años de experiencia. Colabora con El Mundo, Diario Médico, La Razón, Muy Interesante y Forbes, entre otros medios. Es vocal de la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS), institución que agrupa a más de 600 comunicadores de salud, que le concedieron el Primer Premio a la Mejor Labor de Comunicación. Es también miembro de la Asociación Española de Comunicación Científica y de Comunica Biotec. En 2021 fue premiado por la Sociedad Española de Hematología y Hemostasia por un reportaje publicado en Diario Médico.
