La comunicación es una herramienta clave en la educación alimentaria y nutricional. Así se planteó durante el XIV Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) celebrado en Segovia el pasado mes de octubre. Los periodistas y comunicadores Raquel Alcolea, responsable de ABC Bienestar; Manuel Moraga, director de ‘A su salud’ y ‘Degustar España’, de Radio Nacional de España y la consultora Laura Vázquez, directora de marketing digital de Torres y Carrera nos hablaron de ello en el transcurso de una mesa redonda que concluyó con una llamada al entendimiento entre los profesionales de la salud y la nutrición y los periodistas para garantizar una información rigurosa y clara a la población.

En su intervención, Raquel Alcolea solicitó a los científicos que sean vigilantes con los contenidos que se difunden en los medios. Y, a la vez, que sean comprensivos con la necesidad que tienen los medios para divulgar y captar al público para que lea información especializada. Debe tenerse en cuenta también la necesidad de que los portavoces se adapten a los plazos tan estrechos que tienen los periodistas para elaborar las noticias. “Debemos colaborar para poder hacer información rigurosa, debéis usarnos como herramientas para difundirla. Pero nuestros tiempos deben ser compatibles”, propuso.

Divulgación sencilla y didáctica

Tal como se puso de manifiesto durante el encuentro, los expertos y la fuente informativa son los profesionales de la salud y la nutrición y la labor del periodista es difundirla. Según Raquel Alcolea, “el objetivo del periodista es sacar la nutrición de las consultas médicas, de los estudios científicos y de las aulas “para ponerla al servicio de las personas de una manera sencilla y didáctica”. En este sentido, recomendó a los profesionales que cuando hablen con un periodista “destaquen los aspectos importantes para que la información no se quede en un titular llamativo”.

‘Bajar’ la información a la calle también es un reto, especialmente en la aplicación en el día a día: qué se come, cómo se come, cómo se cocina, cómo se compra… “La forma de divulgar nutrición debe ser sencilla, didáctica y aplicada”, sentenció.

Cuidado con las modas

Las modas son un elemento importante a tener en cuenta, tal como explicó Manuel Moraga. Según el reciente informe ‘Tendencias de exclusión alimentaria en la población española’, hasta el 72% de quienes excluyen el gluten o la lactosa lo hacen sin criterio médico. “Se ha puesto de moda, están demonizados y los quitan de su dieta sin un diagnóstico, a lo que deben sumarse los testimonios de personalidades e influencers”.

Los medios deben distinguirse por la seriedad y hay que reforzar los vínculos entre medios y generadores de contenido, como sociedades científicas

Otro dato subrayado por Moraga, publicado el pasado mes de agosto, es que 1 de cada 5 usuarios de las nuevas tecnologías confía más en los influencers que en sus médicos y en sus asesores financieros. “No debe olvidarse el tema de los numerosos famosos que promocionan dietas. La política tampoco ayuda, como el caso reciente de la carne, con mensajes poco claros. Ni los medios de comunicación, con informes sesgados”, recordó.

Como conclusión, recomendó “cribar la información, no patologizar a la población, no dejarse llevar por las modas, contribuir a la alfabetización nutricional de la población. Los medios deben distinguirse por la seriedad y hay que reforzar los vínculos entre medios y generadores de contenido, como sociedades científicas y Administración. Y deben apoyarse iniciativas privadas”.

Periodistas y profesionales tienen que trabajar de manera conjunta para que la información llegue de manera objetiva a la ciudadanía

Concienciar sobre lo que se come

Para Manuel Moraga es una buena noticia que, desde hace años, se esté incorporando el concepto de salud en la gastronomía. “Lo saludable está cada vez más presente en las propuestas gastronómicas. Y, en esta nueva ola de restauradores, se ven a su vez más tendencias muy vinculadas no solo a la gastronomía y a la salud, sino a los estilos de vida. Y a la sostenibilidad, que es otro concepto que se está incorporando cada vez más”, añadió.  

Importancia del rigor y objetividad

Laura Vázquez, directora de marketing digital de Torres y Carrera, describió la investigación social realizada por la consultora de comunicación junto a la Universidad Complutense de Madrid para recalcar la importancia del rigor y de la objetividad en cualquier aspecto de la comunicación social y, sobre todo, en nutrición y salud.

Debe tenerse en cuenta que el 85% de los internautas españoles son mayores de 12 años, lo que supone una cantidad de más 28 millones de personas en redes. La media de edad es de 41 años, con una ligera mayoría de mujeres, con estudios universitarios o grado superior y que trabaja por cuenta ajena, según explicó Laura Vázquez. Además, cada persona se conecta 70 minutos diarios a las redes sociales, especialmente a Whatsapp, Instagram, TikTok, Facebook, Tinder, Twitter y YouTube.

Proyecto Culebras

“Las redes han supuesto un cambio de paradigma enorme y democratizaron las conversaciones. Es como una conversación de cafetería, con opiniones más o menos fundamentadas. No hay que demonizar a las redes por ello, la cuestión es que detrás de estas plataformas hay personas, con opiniones mejores o peores. Pero es importante indicar que ya hay población que no conoce el mundo sin redes sociales. Y los que no, cada vez las abrazamos más para entretenernos, para formarnos e informarnos: es nuestra ventana con el mundo y, en la nutrición y la salud, el tema es sensible porque nos encontramos influencers capaces hasta de prescribir medicamentos o recomendar dietas peligrosas”, advirtió.

Las redes han supuesto un cambio de paradigma enorme y es donde circulan más fácilmente los bulos

Con esta preocupación, a finales de 2020, cuando surgen diferentes grupos negacionistas, nace el proyecto ‘Culebras’ de Torres y Carrera, con el objetivo de describir cómo se viralizan los bulos y la desinformación en las redes sociales. Como destacó, el proyecto Culebras demostró que “es muy fácil, barato –y a veces viral– soltar bulos en las redes. Y que no tiene consecuencias”. “Nos quedamos muy preocupados: comenzamos en 2020, proseguimos en 2021 y la hemos acabado ahora tras estudiar la encrucijada de la generación Z (16-24 años), así como la relación con la información de los niños más pequeños”, explicó.

Recomendaciones de Moraga: cribar la información, no patologizar a la población, no dejarse llevar por las modas y contribuir a la alfabetización nutricional de la población

Colaboración entre ciencia y prensa

Durante el debate -que estuvo moderado por Javier Granda Revilla, periodista especializado en salud, vocal de la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS)-, los asistieron al encuentro, recalcaron la necesidad de que los profesionales de la nutrición y la salud hagan comprensible el conocimiento, de manera que sea útil para la población. Alcolea apuntó la necesidad de que periodistas y profesionales lleguen a un entendimiento y trabajar de manera conjunta para que la información llegue de manera objetiva a la ciudadanía.

Otro problema apuntado fue que la ciencia rigurosa no da grandes titulares. Alcolea señaló que hay que informar de una manera atractiva, en un mundo muy competitivo, con medios de comunicación que publican titulares muy efectistas. “En esta batalla estamos los periodistas y, a veces, cometemos el error de tratar de contarlo de una forma atractiva para captar el interés, omitiendo que se sigue investigando y que deben proseguir los estudios en esa línea. Y en un modelo de empresas en crisis que quieren captar tráfico y lograr suscripciones, con mucha competitividad”, señaló Alcolea. “Recibimos cientos de correos diarios, compitiendo entre sí”, añadió Moraga.

Por último, se señaló que en muchas ocasiones se busca la noticia de alarma, por lo que se solicitó que las informaciones sean completas y retomen las historias cuando las crisis alimentarias se solucionen. Alcolea admitió que el seguimiento es una asignatura pendiente en los medios. Además, las noticias en negativo se leen mucho más que las positivas, por lo que esta crítica constructiva, en su opinión, debe ser tenida en cuenta en los medios

El acto acabó con un agradecimiento al periodismo serio e informado por favorecer los estudios de vida saludable y dar voz a los científicos. “Todos sabemos que no hay que fumar, que hay que beber con moderación (o no beber), que hay que comer más fruta y verdura, evitar el sedentarismo… La ciudadanía lo sabe y el reto que tenemos es que estos mensajes se cumplan y se interioricen, reduciendo las cifras de obesidad que hay en España. Para lograrlo, el movimiento debe ser global, implicando a prensa, clase política, científicos y asociaciones ciudadanas”, finalizó el periodista especializado en salud Javier Granda Revilla.

Puntos críticos de los medios: la ciencia rigurosa no da grandes titulares y las noticias negativas se leen más que las positivas